Las comidas chilenas tradicionales combinan lo mejor del mar, la cordillera y los valles, dando lugar a preparaciones únicas que conquistan el paladar. Ya sea que te tiente lo salado o lo dulce, las comidas típicas chilenas ofrecen opciones para todos los gustos.
Este recorrido gastronómico te va a llevar por 10 platos imperdibles que reflejan la esencia cultural de Chile. Probá un pedacito de historia en cada bocado y descubrí cómo la cocina puede ser también una forma de viajar. Acompañanos a saborear las 10 comidas típicas de Chile en esta guía especial que te preparamos.
1 – Cazuela
Clásica de los hogares chilenos, la cazuela es un caldo humeante que reconforta desde la primera cucharada. Lleva carne o pollo, papa, zapallo, cebolla, zanahoria, choclo, fideos y hierbas como orégano y comino.
De tradición rural y raíces mapuches-españolas, se prepara en una olla y se sirve el caldo y los sólidos. Ideal para los días frescos, la cazuela es un plato que tenés que probar si visitás el país vecino.
2 – Carbonada
Ideal para los días fríos, la carbonada es un guiso espeso y reconfortante, cargado de vegetales como papa, zapallo y zanahoria más porotos, arroz, carne vacuna cortada en trozos pequeños y previamente salteada. Con tiempos de cocción lentos, se coloca en una olla sobre fogón, aunque hoy en día este plato se adapta a cocinas modernas sin perder su esencia. Aromatizada con ajo, cebolla y hierbas como orégano y tomillo, la carbonada es uno de los platos más completos y nutritivos de la cocina casera chilena.
3 – Chorrillana
Originaria de Valparaíso, la chorrillana es un plato potente y abundante, ideal para compartir. Se trata de una base abundante de papas fritas, coronadas con longaniza, carne en tiras, cebolla salteada y huevos fritos. Nacida en un entorno bohemio, su historia mezcla versiones militares y populares. Perfecta para reponer energías, la chorrillana suele servirse en bandejas grandes para compartir entre varios comensales.
4 – Curanto
El curanto es una preparación ancestral cocida en un hoyo con piedras calientes, logrando que el calor de la tierra genere la cocción. Combina mariscos, carnes de cerdo ahumada, papas, cebolla, milcaos y chapaleles, todo cubierto con hojas de nalca, fruto endémico de la cultura Mapuche. Tradicional del sur de Chile, especialmente de Chiloé, la cocción bajo tierra de este plato le da un sabor único y ahumado. También existe una versión del curanto en olla, más práctica pero igual de sabrosa. El curanto es un ritual culinario de origen mapuche y chono que no podés dejar de probar.
5 – Sopaipillas
Infaltables en días de lluvia o a la hora del té en Chile, las sopaipillas son masas fritas hechas con harina, zapallo y manteca. En el sur se preparan sin zapallo, mientras que en el norte y centro pueden incluir camote. Se comen solas, con pebre, o en su versión dulce: “pasadas” en chancaca con especias. Populares en las calles del país y consumidas frecuentemente en las fiestas patrias, las sopaipillas son el bocado chileno por excelencia, simple y delicioso.
6 – Caldillo de congrio
Típico del litoral chileno, este caldo de pescado sabroso y liviano se prepara con congrio dorado o colorado, cocido en un fondo de verduras y mariscos. El caldillo de congrio se sirve caliente, en paila de greda, con papas, mejillones y almejas. Famoso gracias al poema “Oda al caldillo de congrio“, de Pablo Neruda, es un plato querido por su sabor delicado y marino. Ideal acompañarlo con un buen vino blanco.
7 – Milcao
El milcao es una especie de pan hecho con papas cocidas y crudas, manteca y chicharrones, característico del archipiélago de Chiloé. Puede ser frito, al horno o cocido al vapor, y es infaltable en el curanto. De sabor intenso y textura densa, este plato sureño también tiene versiones dulces. Ligado al folclore chilote, formando parte de adivinanzas y canciones, y muy popular en la Patagonia, el milcao es un clásico para disfrutar de la gastronomía chilena.
8 – Humitas
Propias del centro de Chile, las humitas son una preparación ancestral hecha con choclo molido, cebolla, albahaca y condimentos, envuelta en hojas de maíz y cocida al vapor o a fuego lento. Posee una textura suave y un sabor dulce o salado, lo que las hacen versátiles: pueden servirse como entrada, plato principal o incluso postre. Clásicas en las fiestas patrias, las humitas también se disfrutan en las once, con tomate fresco o chancho en piedra.
9 – Empanadas de pino
Verdadero ícono de la cocina de Chile, la empanada de pino se rellena con carne, cebolla, huevo, aceituna y pasas, todo envuelto en masa dorada al horno o frita. Se disfruta todo el año, pero es infaltable en las fiestas patrias. Con variantes según la región, su sabor intenso y jugoso, aliñado con ají de color, merkén y comino, resume la identidad chilena en cada bocado.
10 – Mote con huesillos
Refrescante y tradicional, el mote con huesillos es una bebida dulce sin alcohol, típica de la región central de Chile y comúnmente consumida en los veranos del país. Se prepara con trigo cocido (mote), duraznos deshidratados (huesillos) y un almíbar de chancaca. Se sirve bien frío y es ideal para mitigar el calor de la zona central chilena.
El mote con huesillos, presente desde la época colonial, hoy se disfruta en ferias, restaurantes o en lo alto del cerro Santa Lucía o del cerro San Cristóbal.
Probar las comidas típicas chilenas no es solo un placer para el paladar, sino también una experiencia cultural que seguro va a enriquecer tu viaje al país vecino. Desde un caldillo de congrio humeante hasta unas empanadas bien caseras, las comidas chilenas tradicionales te invitan a descubrir los sabores más auténticos del país andino.
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